Vender una empresa es un proceso complejo que puede estar lleno de desafíos. A continuación, se destacan tres errores frecuentes que los propietarios deben evitar:
1. No asegurar que el dueño se mantenga vinculado
El conocimiento del propietario original es invaluable. En muchos casos, los clientes, proveedores y empleados tienen una relación directa con él. No planificar una transición en la que el dueño permanezca involucrado, al menos por un tiempo, puede afectar la continuidad del negocio y generar incertidumbre en las partes interesadas.
2. Falta de flexibilidad en los términos de pago
Esperar recibir el pago completo en una sola transacción puede limitar el número de compradores. Métodos como el vendor loan (préstamo del vendedor) permiten que el comprador financie parte de la adquisición con los propios ingresos de la empresa, facilitando la operación sin que el vendedor reciba un descuento significativo en el precio.
3. Aferrarse a un valor sentimental de la empresa
Es común que los dueños valoren su negocio en función del esfuerzo y tiempo invertidos, pero los compradores solo se enfocan en la rentabilidad y las oportunidades futuras. La venta debe basarse en números reales y en una valoración objetiva, no en el sacrificio personal del vendedor.
Evitar estos errores puede aumentar las probabilidades de cerrar una transacción exitosa y sin complicaciones.